lunes, 9 de febrero de 2015

La piel de la nieve


Marina se levanta todas las mañanas a las 5:30 de la mañana para trabajar en la churrería de sus tíos a cambio de un puñados de euros que le permiten estudiar veterinaria. Cuando termine piensa hacer un master en California donde vive su padre. Le encanta la fotografía. Participa en todos los concursos para amaters.

Carlos, Ana, Pedro y Luis son hermanos. Vienen de celebrar una despedida de soltero muy especial: se casa su abuelo con una brasileña 40 años menor en Marbella. Son los únicos de la familia que se alegran por su abuelo: un ponferradino ferroviario que cuenta historias increíbles de viajes interminables entre León y Bilbao por la vía estrecha. 
Sandro y Macarena son dos novios sevillanos que comparten su amor a partes iguales con la Semana Santa. Pensaban votar a la de la camiseta verde pero han cambiado de opinión y votarán como siempre a la feliz embarazada porque con la Semana Santa sevillana no se juega.
Fernando es chófer casado con un autobús de ALSA. Soltero, ni se le ha conocido novia ni se la conocerá porque es un solitario egoísta que sólo tiene ojos para la carretera.  Viaja por el norte de Europa llevando jubilaos del INSERSO. Está acostumbrado a conducir con nieve y buenas carreteras. 
Paca, Tomás y Lolo son de esos vagabundos con coche y con estilo propio que recurren a los contenedores para vestirse de normales. Son amigos desde hace siete años. Nunca pasan más de un mes en la misma ciudad para ser desconocidos en todos los sitios. La policía les sigue la pista porque no se sabe de donde sacan el dinero para subsistir. 
Benito con 93 años se siente como un niño y según su hija Milagros se comporta como tal. Exiliado a la Argentina, fue uno de esos hombres que vivieron más tiempo en el casino Trilenium  de Tigre que en su propia casa con su santa gallega. Desde que enviudó vive en España. Sale a dar el paseo matinal todos los días pares del año para recordar viejos tiempos.
Kari es la hija única de uno de los mayores accionistas de Saab y eso le permite ser fotógrafa. Viaja por el mundo en busca de instantáneas con la nieve de protagonista. Dispara a todo lo que se menea. Los veranos vuelve a su pueblo natal: Geiranger para preparar su trabajo fotográfico para la exposición bianual que organiza el prestigioso Pabellón de Exposiciones y Congresos de Oslo. 
Margarita es de Prioro, un pueblecito de la montaña leonesa.  Desde que su padre falleció en un accidente invernal de carretera por un fallo en la dirección de su Kadet, odia la nieve. Sueña con comprar una casita en Benalmádena para irse con su gato Calcetines y disfrutar del tiempo de la Costa del Sol. 
Alexandru fue durante 30 años el presidente de la casa de gitanos de Huedin en Rumania. Una mala gestión y el vicio por las mujeres fáciles, le supuso el destierro a una España que no supo acogerle. Cojo y viejo, malvive de una pensión de una Cofradía Gitana de Chipiona. Sueña con enterrarse junto a su padre en el cementerio alegre de Sapantza.
Gaspar trabaja para la Diputación más trasparente de España con un camión. Sabe hacer de todo y es más listo y prepotente que nadie. Tiene la mala fortuna de tener una mujer con las bragas un tanto flojas y dos hijas que se parecen demasiado al practicante del pueblo. Lo lleva con dignidad porque él, al fin y al cabo, siempre quiso ser médico.