lunes, 6 de abril de 2015

La piel de la Semana Santa Leonesa

Berni es un malagueño homosexual afincado en Santa María del Páramo que mantiene tradición de su abuelo Manuel de ser cofrade (papón en nuestra tierra leonesas) y participar activamente de los actos de la Semana Santa. Trabaja de masajista y estudia psicología en la UNED. Este verano piensa casarse con su pareja Antonio en un pueblecito de la Costa de la Morte. Es feliz.
Alonso es bracero del Santísimo Cristo de la Misericordia desde niño. Este es el primer año que no puede pujar por una rotura de clavícula al caer de la bicicleta que le ha apartado de lo que más le gusta. Su mujer siempre le dice que pasa más tiempo en la iglesia de San Marcelo que con ella. Van a se abuelos en agosto y piensan viajar a Marruecos a celebrarlo.
Agustina es profesora de clarinete del moderno conservatorio de Ávila Tomás Luis de Victoria. Participa de la semana santa leonesa junto a su padre Evaristo que toca la corneta. No pierde una semana santa en su tierra natal desde hace 15 años. Su abuela María le inculcó su amor por la música y aprovecha las vacaciones docentes para sacarla de la residencia  e ir de paseo por la orilla del Bernesga.
Paula es manola desde que nació por el empeño de su tía Cristina que puja con orgullo la Virgen del Camino de la Cofradía de María del Dulce Nombre. Ha comenzado este año a ir a la escuela y se ha mostrado como una alumna lista e inquieta que hace las delicias de las maestras del cole. Será una alumna brillante.
Felisa es una cordobesa que no le gusta estudiar. Gracias a su padre Teniente de la Guardia Civil aprobó las oposiciones. Ahora disfruta de su primer destino en León con la vista puesta en su amado pueblo Zuheros. Siempre se está quejando del frío que hay en nuestra tierra pero le encanta esquiar en San Isidro los días de permiso.
Pedro es un chico de los muchos que participan sin demasiadas ganas en las procesiones porque su padre es seise y está empeñado en que sus hijos sigan su camino. Le gusta vestirse de monaguillo pero le gusta mucho más ponerse la camiseta de CR7 cuando jugaba con el Manchester.
Fermín y su hija Carmen participan por primera vez de las procesiones de Semana Santa. Se apuntaron el año pasado a la cofradía del Dulce porque su padre y abuelo respectivamente pujo un año al Nazareno cuando hacía la mili en el cuartel de Almansa. Le encantan los caballos y practica doma en la escuela de camino a la Copona de la carretera Asturias. 
Clara es de esas muchas mamás que se pasan la procesión persiguiendo a su retoño para comprobar in situ que se encuentre bien y no le falte de nada. Se mete entre los papones y molesta todo lo que puede aunque no es consciente de ello. Es una mujer fuerte que ha superado un complicado divorcio y vive exclusivamente para sus hijos.
Pelayo es un ingeniero de minas que se hizo fotógrafo porque la mina cerró al año de comenzar a trabajar. Con la liquidación montó un pequeño estudio en un primer piso de la calle Uría y recorre todos acontecimientos del noroeste de para tirar miles de fotos y vender unas docenas en internet. Está pensando en ir a Polonia para buscar trabajo en las minas de Wieliczka.

Alexandra es una mujer búlgara que emigró junto a su marido Hristo y sus dos hijo a una tierra prometida que no lo ha sido tanto. Vende globos en las procesiones y mecheros en el rastro los domingos. Subsisten gracias a Cruz Roja y a la ayuda que le prestan desde la embajada búlgara. 
Cada día que pasa en España más claro tiene que se equivocó en apoyar a su marido y acompañarle en busca de un sueño imposible. Volverán a Sofía tan pronto como puedan. Su padre le está esperando para que se hagan cargo de una heladería de la avenida María Luisa y poder jubilarse.